1.4. Aportes Islámicos a la Civilización

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1.4. Aportes Islámicos a la Civilización

Sería imposible hacer un inventario completo de los aportes islámicos a la civilización mundial. La siguiente lista tiene por objeto apenas ilustrar con unos pocos ejemplos la magnitud impresionante de los avances realizados por los musulmanes en todos los campos del quehacer humano.

1.4.1 Recopilación de Conocimientos:

Muhammad había aconsejado a sus seguidores, "Buscad el conocimiento, aun sea en China", pues, "Quien deja su hogar en busca de conocimiento, camina en el sendero de Dios". En obediencia a este mandato, los musulmanes despacharon comitivas por toda Siria, Bizancio, Armenia y otras partes en búsqueda de manuscritos. De especial interés fueron los clásicos griegos como Antíoco de Atenas, Apolonio, Aristóteles, Arquímedes, Dioscórides, Doroteo de Sidón, Euclides, Galeno, Herón, Hipócrates, Platón, Polemón, Tolomeo, Sócrates y Tales, entre otros, todos desconocidos y/o prohibidos por la Iglesia Católica, aunque estudiosos europeos acudían a estos centros para realizar traducciones personales al latín, atribuyéndose algunos de ellos su autoría. En ocasiones, los musulmanes exigían la entrega de manuscritos como premio de guerra, como nos cuenta Juan Vernet en la siguiente anécdota de Chipre o la Bizancio:
"... Al-Ma'mún, victorioso, pidió que se le paguen los gastos de guerra con libros, de modo parecido a como mil anos después el marroquí Mawláy Ismá’íl exigió del rey de España, Carlos II, la entrega de manuscritos árabes a cambio de cautivos. No sabiendo dónde encontrar las obras..., el emperador mandó buscarlas. Un monje ... indicó el lugar donde, ...en el momento de la proclamación del cristianismo como religión oficial, se habían depositado aquellas obras, cerrándolas con numerosas llaves. El emperador preguntó si al abrir el deposito y enviar los libros no cometería un pecado. El monje le replicó que todo lo contrario, que su acción sería digna de recompensa ya que las ciencias antiguas destruyen los fundamentos de las creencias religiosas. Se abrió el deposito y encontraron gran numero de libros que enviaron sin seleccionar en cantidad de cinco cargas".(1)
Estos manuscritos fueron traducidos del griego y arameo al árabe en numerosas escuelas y centros de traducción, y de allí copiadas por calígrafos y entregadas a las bibliotecas públicas fundadas en cada ciudad. Solamente en Córdoba hubo 17 bibliotecas grandes, y la del palacio tenía más de 400.000 volúmenes, cada uno examinado y catalogado personalmente por el mismo Califa. En una época cuando la biblioteca cristiana más famosa de España, el del Monasterio Repoll, contenía apenas 192 manuscritos, la biblioteca del Cairo contenía 1’600.000 volúmenes. Todo esto fue posible gracias a la introducción del papel, inventado por los chinos y perfeccionado por los árabes, que resultó muy superior en calidad al papiro egipcio y mucho más económico que el pergamino.

1.4.2 Diseminación del Saber:

Los musulmanes lo consideran un deber y un privilegio leer el Corán, lo que motivó a las masas a superar su analfabetismo. El ser estudiante era considerado un elevado honor, pues Muhammad había afirmado: "La tinta del estudiante es mas sagrada que la sangre del mártir". Ante estas consideraciones, se establecieron sistemas educativos con niveles primario, medio y superior, siendo los estudios coránicos y religiosos punto de partida y núcleo del currículum.

A instigación de Muhammad, quien dijo "Buscad conocimiento desde la cuna hasta la tumba", el Islám introdujo al mundo el concepto de la universidad. La primera universidad en la historia del mundo fue la renombrada “Casa de Sabiduría” en Bagdad, seguido por Cairo, Fez, Persia, Bokhara y Samarkand. La primera universidad en occidente fue la de Córdoba. La España islámica llegó a tener un total de 17 colegios y 70 universidades que, además de servir a la población musulmana, atrajeron y acogieron con ejemplar tolerancia a una gran afluencia de estudiantes europeos, uno de los cuales fue el mismo Papa Silvestre II.

Los eruditos que enseñaban en estos planteles gozaban de gran prestigio y excelentes remuneraciones, habíendo sido contratados de todas partes y toda religión. De este modo, todas las grandes civilizaciones de tiempos pasados pudieron dar sus valiosos aportes filosóficos, científicos, tecnológicos y artísticos a la cultura universal y en rápido crecimiento del Islám. Es interesante notar que las túnicas universitarias, así como las togas y tocas usadas en las graduaciones, son vestigios de costumbres nacidas en los colegios y las universidades islámicas.

1.4.3 Medicina:

La ciencia médica era poco conocida afuera del mundo islámico, considerada obscena y diabólica en Europa, donde el Sínodo de París en 1209 había declarado pecaminosa la lectura de libros de ciencias naturales. Los árabes tradujeron los siete volúmenes de Galeno y otras numerosas fuentes griegas, egipcias, persas e hindúes. En base a estos estudios y sus propias investigaciones científicas, se establecieron escuelas de medicina y hospitales por todos los territorios islámicos. El primer hospital fue fundado en Bagdad con 860 médicos y secciones para medicina interna, oftalmología, ortopedia, farmacia y otras. Allí se utilizaba la anestesia y los antibióticos extraídos de moho para delicadas cirugías, incluso la remoción de cataratas del ojo.

Los musulmanes indagaron el origen y la evolución de las enfermedades, realizando por primera vez en la historia observaciones clínicas científicas. Incluso hubo el tratamiento médico de enfermedades mentales, aún consideradas posesiones demoníacas por la cristiandad. Los mayores aportes a la naciente medicina europea medieval fueron los trabajos de los enciclopedistas Rhazes (al-Razi: 865-925), Avicenna (Ibn Sina: 980-1037) y Averroes, quienes recopilaron y sistematizaron en numerosos volúmenes el cúmulo de conocimientos médicos antiguos y nuevos disponibles al momento. Estos libros, una vez traducidos al latín, fueron los textos básicos de universidades europeas hasta el siglo XVII.

1.4.4 Química:

Heredando esta ciencia de los griegos y egipcios al conquistar Alejandría, los musulmanes la ampliaron y la pasaron a Europa bajo el nombre árabe de al-chemr, que proviene de la antigua práctica de la alquimia, la búsqueda de una fórmula para convertir metales bases en oro. Los árabes descubrieron los tres principales ácidos minerales –nítrico, sulfúrico e hidroclórico–, los métodos de destilación, oxidación y cristalización, y la fabricación de alcohol. Son de origen árabe muchos términos químicos actuales, como por ejemplo alambique, arsénico, alcanfor, antimonio, azumbre, azogue, alcalí, alcohol, atincar, elixir, nafta, natrón, jarabe, quilate y talismán.

Luego de asimilar y perfeccionar la farmacología griega basada principalmente en plantas medicinales, los musulmanes desarrollaron los remedios minerales y fundó la química médica. Cambiaron el método especulativo de los griegos por experimentos objetivos, aumentando grandemente la farmacopea mundial para el tratamiento de las enfermedades internas y estableciendo la primera escuela de farmacología en el mundo. Las traducciones al Latín de las obras de Geber [Jabir], el padre de la química árabe, ejercieron tremenda influencia en Europa.

En el extremo opuesto de la escala, los musulmanes perfeccionaron y confinaron la pólvora, originada en la China, inventando el cañón que sirvió de precursor de la artillería moderna y facilitó la captura de Constantinopla.

1.4.5 Óptica:

Los árabes realizaron trabajos creativos en el campo de la óptica, los cuales proveyeron a las demás ciencias con valiosísimas herramientas. Al-Kindi (801-73) redactó todo un tratado sobre la luz y sus propiedades; e Ibn-al-Haytham (1214-94) fue el primero en demostrar el principio de la cámara oscura durante un eclipse, preparando así el camino para la fotografía y cinematografía. Mediante sus experimentos científicos con diversos lentes y espejos, hechos posibles por los grandes avances en la industria del vidrio, este gran investigador descubrió el principio de la refracción de la luz y escribió su famoso Libro de la Óptica.

1.4.6 Astronomía:

El Corán contiene descripciones de los fenómenos celestes (2) que sirvieron de inspiración para los astrónomos islámicos, quienes construyeron observatorios importantes en Bagdad, el Cairo, Margha (Persia), Samarcanda (Rusia) y Delhi, entre muchos otros de menor importancia. Allí, basándose en la astronomía griega y persa, establecieron la rotación de los planetas y descubrieron nuevas estrellas y constelaciones. Mucha de la terminología astronómica actual proviene del árabe, como Acrab, Alarife, Alberca, Alderaban, Alfayate, Algedi (Osa Menor), Algol, Altair, Bennenas, Pherkad, Rigel, Vega, etc.

Mientras los cristianos recurrieron a una referencia bíblica a las “cuatro ángulos / esquinas de la tierra”(3) para castigar con la muerte toda opinión contraria, los musulmanes, basándose en el concepto griego de la esfericidad de la tierra, calcularon correctamente la circunferencia del globo en 25.000 millas, midieron con bastante precisión la longitud de los grados terrestres, trazaron tablas de latitud y longitud e idearon medios para la localización de posiciones terrestres, todo esto mucho antes de Cristóbal Colón y Galileo Galilei.

El calendario de mayor uso en occidente desde el siglo XVI ha sido el gregoriano, una adaptación del calendario solar de los romanos, con meses y días de la semana nombrados por dioses romanos y griegos. El calendario musulmán, en cambio, se basa en las fases de la luna, con nombres de significado espiritual. Tiene un error de apenas un día cada 2000 años, comparado con 330 años en el caso del calendario gregoriano. Es de origen árabe tanto la palabra como el concepto de almanaque, como registro astronómico y meteorológico de los días del año. Otro invento de importancia fue un prototipo del primer reloj mecánico, realizado en España durante el siglo XI.

1.4.7 Geografía y Navegación:

En base a los manuscritos de geógrafos antiguos y sus propias expediciones, los musulmanes escribieron tratados geográficos y náuticos de Asia y África, tierras aún desconocidas por los europeos. Inspirados por un llamado coránico a surcar los mares en sus naves en procura de los favores de Dios (31:31), los navegantes árabes perfeccionaron la brújula china, el astrolabio griego, el cuadrante, la vela latina y las cartas náuticas, llegando así a dominar el Mediterráneo y explorar los océanos Índico y Atlántico. Es interesante notar que muchos de estos descubrimientos surgieron inicialmente en respuesta a la necesidad de determinar las horas y la dirección de las oraciones obligatorias.(4)

Fue por instrucción de los árabes que se convirtió en potencia del comercio marítimo Portugal, donde Cristóbal Colón estudió navegación y obtuvo la idea de hallar la ruta occidental hasta la India. De hecho, resulta fascinante descubrir que antes de que Colón realizara sus viajes de conquista, los musulmanes africanos ya habían establecido amistosos y pacíficos vínculos comerciales con los habitantes de las Américas:
"...Colón, en su segundo viaje, se sorprende de encontrar gente de raza negra que visitaba la isla de Guanahaní (hoy Haití), ...étnicamente diferente de la gente local... que se parecía mucho a la gente de Guinea africana.... Al pasar por las islas del Cabo Verde en 1489, es informado de embarcaciones provenientes de África que viajaban al occidente con mercaderías.... El erudito Leo Wiener sustenta científicamente dicha comunicación marítima sobre bases filológicas y etnográficas.... Señala que los navegantes islámicos se asentaron en América antes que los cristianos y dejaron allí rastros identificables de su cultura.... Concluye por afirmar que mutuos conocimientos referentes a la agricultura e industria, ciertos caracteres de organización política y social, costumbres y prácticas religiosas entre los pueblos americanos de aquella época, eran no sólo de origen árabe, sino que también conservaban denominaciones árabes en forma mandinga".(5)
1.4.8 Ciencias Sociales:

Los árabes reinterpretaron el pasado y el sentido de la historia, ampliaron la perspectiva bíblica por la cual se tomaba literalmente el origen de las razas después de Noé, y se dedicaron al estudio sistemático de los pueblos del mundo. No solamente se produjo ese conocimiento merced a su cultura cosmopolita, sino también del acceso con los textos griegos y latinos. "Y entre sus Signos" --habla Mahoma-- "está la creación de los cielos y la tierra, la diversidad de vuestras lenguas y de vuestros colores. Verdaderamente, en ello hay signos para los que saben".(30:22) En filosofía, el árabe podía leer en su propia lengua a Platón, Aristóteles o cualquier otro sabio griego.... [L]a no reconocida deuda de los árabes a la ciencia también incluye la primera clara afirmación de la teoría de la evolución por Ibn Miskawayh, que es usualmente atribuida a Darwin, y la primera explicación de la justificación del método científico, la cual se encuentra en las obras de Ibn-i-Síná, Ibn-al-Haytham y al-Bíruní, pero que es usualmente atribuida a Bacon.(6)

1.4.9 Ciencias Exactas:

Se calcula que el 47% de todas las traducciones del árabe al latín fueron sobre ciencias exactas. El mayor aporte del Islám a este campo fue el conjunto de números arábigos, el sistema decimal y el uso del cero, derivados de la India, perfeccionados por los musulmanes e introducidos por Leonardo de Pisa a Europa, la cual requirió trescientos años para poder aceptarlos y asimilarlos. Los árabes recibieron la geometría plana de los griegos y agregaron la geometría analítica. Prácticamente fundaron la ciencia de la trigonometría, tanto plana como esférica.

Las leyes coránicas de la herencia requirieron el desarrollo de fracciones y otras operaciones aritméticas. El álgebra (del árabe al-gebr = juntar o ligar) fue inventado por los griegos y grandemente ampliado por los musulmanes con un estudio más crítico y científico de las ecuaciones. El Islám nos dio la raya horizontal para indicar división, el uso de la raíz, las proporciones y la regla de tres. Muchos términos, como ábaco, algoritmo, cifra, cero y guarismo, también provienen del árabe. La matemática computacional fue desarrollada por el Islám entre 800 y 1400 AD, incluyendo las fracciones decimales y el cómputo de 2 pi. Las aplicaciones de estos avances fueron numerosas, incluso en la música, considerada por muchos una rama de las matemáticas.

1.4.10 Agricultura:

El Islám se preocupó por el bienestar del campesino agricultor, plenamente consciente de que el suelo y su cultivo constituyen la base sólida de toda economía sostenible y la fuente de prosperidad y felicidad para las masas. Bajo el Islám fueron restauradas fincas abandonadas, reconstruidas aldeas, renovadas y ampliadas acueductos. Perfeccionaron y adaptaron el arte del regadío para maximizar la producción, rehabilitando y ampliando el sistema de riego que había convertido antaño a la Mesopotamia en el “granero del mundo”. La casa más humilde tenía su pequeño huerto y los palacios majestuosos sus afamados jardines con fuentes de agua fresca.

“Las criaturas que Él ha puesto en la tierra para vosotros son de diversas clases --decía el Corán-- En ello, ciertamente, hay un signo para los que se dejan amonestar”. Comenzando con los textos griegos y continuando con sus propias investigaciones, los árabes desarrollaron la botánica y la zoología mediante la clasificación de plantas y animales en géneros, especies y clases, y crearon notables jardines botánicos y zoológicos, que luego fueron imitados en Europa. Establecieron la horticultura científica, recorriendo el mundo entero en búsqueda de nuevas variedades de plantas ornamentales, medicinales y alimenticias, las cuales adaptaron a los diversos climas de sus extensos territorios.

La cocina europea de la Edad Media consistía de una dieta monótona de carne, pan con vino o cerveza, ajo y cebollas, la col, unos pocos tubérculos como zanahorias y remolachas, y algunas frutas nativas de Europa. Muhammad había dicho: “¡Que el hombre considere su alimento!” (80:24). En respuesta, los musulmanes enriquecieron su dieta con arroz, aceitunas, almendras, berenjenas, rábanos, pepinos, frijoles, y tales frutas como dátiles, ciruelas, cerezas, grosellas, higos, albaricoques, duraznos y, especialmente, naranjas. Los árabes establecieron plantaciones y refinerías de azúcar. La prohibición coránica de las bebidas alcohólicas fue suplida con el café, que llegó a generar grandes fortunas en occidente.

1.4.11 Textiles:

Mientras en Europa recién se pasaba del uso de los cueros y pieles a los tejidos burdos de lana y lino, los árabes ya se dedicaban al cultivo del algodón vegetal y del gusano de seda, éste último originario de China. Desarrollaban fabulosos productos de estos materiales, a la vez que refinaban la producción de lana y lino, y en cada ciudad miles de telares fabricaban toda clase de género fino. Al volver los Cruzados a Europa con noticias de estas maravillas, pronto se estableció un intenso comercio a través de los puertos italianos y las ciudades del Cercano Oriente. Tan grande era la demanda de telas orientales en occidente, que en una época ningún europeo consideraba completo su ajuar si no poseía al menos una de tales prendas.

1.4.12 Mecánica:

Entre los griegos, Arquímedes había descubierto y aplicado los principios de la palanca, la polea y el tornillo, y Hero había inventado el engranaje y el cigüeñal y, lo que es más importante, resumido los conocimientos mecánicos de su tiempo en tres volúmenes bajo el título de “La Mecánica”. Los árabes tradujeron este tratado y aplicaron sus principios a la creación del molino de agua o noria [del árabe naurah] y el molino de viento, utilizados para moler trigo, exprimir caña de azúcar y bombear agua de riego. Leonardo da Vinci, Ramelli y otros italianos acogieron estas obras y hasta el año 1600 la ciencia de la mecánica estaba bien establecida en Europa.

1.4.13 Arquitectura:

Es en la arquitectura en general y la religiosa en particular donde el Islám mejor resume su ciencia, arte y espíritu. Su gran desarrollo matemático fue aplicado a la construcción de hermosas mezquitas (templos musulmanes), palacios y obras públicas en todo lugar. Cada cultura comprendida dentro del mundo islámico aportó su propio estilo a su diseño y edificación. Durante la época islámica de España se construyeron joyas arquitectónicas tan célebres como la Gran Mezquita en Córdoba, el Alcázar en Sevilla y el Alhambra en Granada, que siguen atrayendo a turistas del mundo entero. A lo largo de España y Latinoamérica se encuentran señales de la cultura islámica en el arco en herradura, las columnas, los arabescos, el estucado y las inscripciones decorativas. Se desarrolló grandemente las técnicas de construcción y decoración, incluyendo la albañilería, la cerámica, la alfarería, la losa vidriada y los azulejos y baldosas.

1.4.14 Metalurgia:

Mediante la aplicación de sus adelantos químicos, el Islám produjo los mejores metalurgistas del mundo. Durante siglos, las espadas de acero más finas y el trabajo decorativo de hierro más exquisito provino de las ciudades islámicas de Damasco, Bagdad y Córdoba. La misma palabra damasquinar, que significa adornar con arte forjado, tiene sus orígenes en el Damasco de este período. Las espadas y las armaduras de Toledo se ganaron una reputación mundial. Fue menor el uso del oro y la plata, debido a una tradición oral atribuida a Muhammad, que prohibía su uso para vajillas y cubiertos, destinada a enfatizar la sencillez y moderación.

Notas:
  1. "La Cultura Hispanoárabe en Oriente y Occidente", Juan Vernet. España: Seix y Barral Hnos., 1978, p. 89.
  2. Véase los versículos 36:38-40; 39:5:; 15:16: 16:16.
  3. Apocalipsis 7:1. Algunas versiones obvian este problema traduciendo dicho pasaje como los “cuatro puntos cardinales”.
  4. El Corán prescribe orar cinco veces al día a horas específicas (4:103), volviendo el rostro hacia la Kabbá en Meca desde el lugar que se esté (2:144-50).
  5. “Mahoma, Profeta de Dios”, Boris Handal Morales, 2001 (inédito), p. 16. Cita de un tratado en árabe titulado “Una Segunda Tentativa de los Musulmanes por Descubrir América” por el historiador egipcio Ahmed Zeki Pasha (1920), “Africa and the Discovery of America” por el erudito norteamericano Leo Wiener, y “Os Descobrimientos Portugueses” por el historiador portugués Jaime Cortasao (Lisboa: Livros Horizontes, 1984).
  6. “Mahoma, Profeta de Dios”, Boris Handal Morales, 2001 (inédito), p. 19.

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