3.3. ¿Fundamentalismo Islámico?

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3.3. ¿Fundamentalismo Islámico?

Un aspecto de creer que “mi verdad es la Única Verdad Absoluta” tiene que ver con el Fundamentalismo. Aplicar este término al Islám no es del todo correcto, pues el Fundamentalismo constituye un movimiento entre las iglesias protestantes del Siglo 20, según el cual una interpretación literal de la Biblia cristiana es “fundamental” a la vida y enseñanza de todo Cristiano. No obstante, con el tiempo, el término ha llegado a generalizarse para significar la insistencia en una interpretación literal de cualquier religión o ideología.

Entonces, ¿es fundamentalista el Islám? Es un hecho innegable que existen ciertas tendencias fundamentalistas entre los musulmanes, del mismo modo como existen en todas las religiones. Sin embargo, el verdadero Musulmán no puede suponer que su entendimiento de las enseñanzas de Muhammad sea correcto y definitivo. Pues el Profeta enseñó a ser buscadores de la verdad.

3.3.1. Investigación de la Verdad:

El fundamentalista se cierra ante todo aquello que sea diferente a lo que ya cree, pero el Corán emplaza a todo Musulmán sincero a buscar la verdad con mente abierta, sin importar de qué fuente provenga: "Buscad el conocimiento, aunque sea en China".

Inclusive si alguien que consideramos malo afirmara alguna verdad, deberíamos investigarla: “¡Oh creyentes! Si un hombre malvado os llegase con una noticia, aclaradla en seguida. No sea que perjudiquéis a otros por ignorancia y tengáis que arrepentiros apresuradamente de lo que habéis hecho”. (49:6)

Al aceptar con humildad nuestra propia ignorancia y la omnisapiencia de Dios, debemos tener la confianza de que Él nos ayudará en nuestra búsqueda: “Y quienquiera que haga un esfuerzo hacia nosotros, en nuestros caminos le guiaremos". (29:69)

El Corán prohibe además la mera imitación de las creencias de otros, incluso si se trata de nuestros padres. Como ilustración, Muhammad explica que mucha gente rechazó su Mensaje por seguir los pasos de sus antepasados so pretexto de que: “En verdad encontramos que nuestros padres eran de esta religión y nos dejamos guiar por sus pasos". (43:21)

Señala que el deseo de imitar ciegamente a los padres se observó también en las religiones anteriores a Él: “Y así jamás antes de Tu tiempo enviamos a ciudad alguna a un Amonestador sin que sus acaudalados dijeran: 'Verdaderamente encontramos a nuestros padres con una religión, y en sus pasos seguimos’". (43:22)

En el Corán se explica que al ser juzgados por Dios los descreídos, su única excusa será que fueron mal guiados por sus líderes, lo cual no sería aceptado por Dios: “¡Oh nuestro Señor! En verdad hemos seguido a nuestros líderes y a nuestros próceres, y ellos nos han hecho extraviarnos del camino de Dios". (33:67)

Un buen Musulmán tampoco debe dejarse arrastrar por la corriente: “Pero si tú obedecieras a la mayoría de los que están en la tierra, te extraviarían del sendero de Dios”. (6:116) Pues inclusive las palabras de Dios podrían desviarnos si no las comprendemos correctamente: “A muchos desviará Él con tales parábolas y a muchos otros guiará". (2:24)

3.3.2. Versos Perspicuos y Figurados:

Otro aspecto del fundamentalismo es cerrarse ante cualquier entendimiento que no sea una interpretación absolutamente literal del texto. Sin embargo, el mismo Corán explica que sus enseñanzas son de dos clases. La primera consiste de versículos claros y directos, de fácil comprensión e interpretación literal, llamados "perspicuos" o transparentes.

El otro tipo es de carácter simbólico, en forma de alusiones figurativas, imágenes e historias más difíciles de entender, denominados los versículos "figurados" o metafóricos. Muchos se obstinan en interpretarlos literalmente, a pesar de que vaya contra toda razón y ciencia. Pero su interpretación no le corresponde al hombre, sino que Dios ha de revelar su significado al momento de su cumplimiento:

“Él es Quien Te ha enviado el Libro (el Corán). Algunos de sus versículos son perspicuos en sí mismos –estos constituyen el fundamento del Libro– y otros son figurados. Pero aquellos cuyos corazones propenden al error se aferran a sus figuras, anhelando la discordia, ansiando una interpretación; sin embargo ninguno conoce su interpretación salvo Dios.” (3:5)

“Y ahora les hemos traído el Libro: con conocimiento lo hemos explicado; una guía y una misericordia para los creyentes. ¿Qué más deberán esperar ahora salvo su interpretación? Cuando llegue su interpretación, quienes antes eran inconscientes de ella dirán: ‘En verdad, los Profetas de nuestro Señor trajeron la verdad’.” (7:51-52)

"Su conocimiento se halla únicamente con Mi Señor; nadie podrá manifestarlo en su momento salvo Él.” (7:187)

Por ejemplo, las leyes y ordenanzas contenidas en el Corán son “perspicuas”. Cuando dice que se debe orar 5 veces al día, no sería apropiado interpretar la palabra “día” como “mil años”, según dice el Corán: "...verdaderamente, un día para Tu Señor es como mil años, según los calculéis vosotros” (22:46).

En cambio, entender el "Día del Juicio", no como un día común de 24 horas, sino como un proceso orgánico de profundo cambio que puede durar mil años, tiene más sentido: “Él saca al vivo del muerto, y saca al muerto del vivo. Vivifica la tierra después de muerta. Así es como vosotros también serán sacados.” (30:18)

De hecho, la mayoría de los versículos "figurados" en el Corán son los que describen el Día del Juicio. Por ejemplo, la tierra ha de cambiarse en otra tierra (39:67; 14:48; 84:3; 50:44; 30:50; 57:17). Los cielos serán pelados (Surah 81), se volverán como bronce fundido (Surah 70) y se han de hendir y rasgar (84:1; 82:1; 78:19; 21:104; 55:37; 44:10; 25:25; 39:67). El sol será plegado y perderá su luz (Surah 81) y las estrellas se dispersarán y apagarán (Surah 82 y 77). [Ampliar con otras citas.]

Son fenómenos dramáticos que, de producirse literalmente en el mundo físico, dejarían a todos asustados y abrumados. Sin embargo, se hace evidente que su significado es "figurado", al leer que el Día del Juicio llegará "mientras permanecen inconscientes" (12:107), que "el decreto se habrá cumplido mientras permanecen sumidos en la desatención y el descreimiento" (19:39) y que "en el Día de la Resurrección, algunos de vosotros negarán a los otros, y algunos de vosotros maldecirán a los demás" (29:25).

Es poco probable que se produzcan semejantes cambios en el mundo natural mientras los seres humanos permanezcan inconscientes de ello, continúen desatentos y descreídos, negándose y maldiciéndose. Por tanto, dichas descripciones son necesariamente de carácter simbólico, no literal.

3.3.3 Algunos Símbolos Interpretados:

Veamos a continuación algunos otros términos simbólicos relacionados con el Día del Juicio. Las interpretaciones presentadas aquí no pretenden ser exhaustivas, ni tampoco las únicas alternativas posibles. Únicamente se ofrecen con el propósito de ilustrar de qué manera los versículos figurativos pueden ser entendidos. El lector judío o cristiano también reconocerá estas figuras de profecías similares contenidas en sus propios Libros Sagrados.

La vida y muerte son las condiciones espirituales de fe versus descreimiento: "¡Muertos están [los descreídos], sin vida!" (16:21) "¡Escuchad a Dios y al Enviado cuando éste os llama a algo que os da la vida!" (8:24)

La luz simboliza las enseñanzas divinas y la oscuridad su negación: "Este Libro Te lo hemos enviado con el permiso de Dios para que Tú puedas sacar a los hombres de la oscuridad hacia la luz, en el sendero del Poderoso, el Glorioso" (14:1).

Asimismo, las nubes representan todo aquello que impide su entendimiento: "Qué pueden esperar esos, sino que Dios descienda a ellos en la sombra de una nube?" (2:210) "Aquel día será hendido el cielo por las nubes" (25:25).

El fuego también simboliza la condición de descreimiento: "...estabais al borde de un abismo de fuego y os libró de él. Así os explica Dios sus signos, para que podáis ser guiados" (3:103).

A la vez el humo significa el conflicto y la confusión producidos por este descreimiento: "¡Espera, pues, el día que salga del cielo un humo palpable, que cubrirá a los hombres! Será un castigo doloroso" (44:10).

Los sentidos representan la capacidad para percibir la verdad: "Sordos, mudos, ciegos: por eso no recogen sus pasos del error" (2:17).

Sol y luna significan quienes iluminan a la humanidad de "día" (los Mensajeros divinos) y de "noche" (sus sucesores), para lo cual soportan crueles persecuciones a manos de los descreídos: "Verdaderamente, el sol y la luna están condenados ambos al tormento del fuego infernal" (55:5).

Los ángeles son aquellos santos y héroes de la Fe de Dios que se han despojado de todas las limitaciones humanas y adquirido las virtudes celestiales: “Y si habríamos nombrado a un ángel, seguramente habríamos asignado uno en forma de un hombre, y lo habríamos vestido delante de ellos con vestimentas como las suyas” (6:8).

El cielo es la revelación divina, destruida y creada de nuevo en cada edad: "...el cielo será hendido" (82:1).

La tierra es el corazón y entendimiento humanos, que requieren de la "lluvia" caída del cielo de la revelación divina para transformarse y producir frutos: "En ese día la tierra será cambiada en otra tierra" (14:18).

El temblor de esa tierra es cuando se sacuden sus conceptos anteriores: "En ese Día temblarán los corazones de los hombres" (79:8). "Entonces los fieles fueron probados y temblaron con un gran temblor" (33:11).

Se invita al lector a una reflexión personal. Hasta ahora, ¿había leído estos términos en forma "perspicuo", o más bien "figurado"? Ahora que ha visto maneras alternativas de entenderlos, ¿cuál de las dos formas le parece que tiene más sentido?

3.3.4. Mecanismos de Interpretación:

Quizás el aspecto más importante de la interpretación de un texto sagrado como el Corán es saber cómo aplicarlo a la vida cotidiana. Un libro sagrado no puede quedarse como letra muerta o simplemente admirarse como una obra hermosa de poesía llena de ideas idílicas, sino que debe orientar las decisiones que se tomen a nivel individual, familiar, comunitario y nacional. Para este tipo de interpretación, el Musulmán cuenta con dos recursos importantes.

El primero de estos medios es los "Jadices" [Hadith] o tradiciones, que consisten de narraciones sobre palabras y acciones atribuidas a Muhammad por las personas que lo conocieron. NN años después del fallecimiento del Profeta, fueron recopilados y depurados en N volúmenes de NNN Jadices cada uno.

Algunos eruditos consideran que no se puede entender el Corán sin recurrir a los Jadices. Muchas de estas tradiciones consisten de narraciones del comportamiento de Muhammad en diferentes situaciones, lo cual brinda un excelente ejemplo a seguir en la vida propia.

Una dificultad, sin embargo, es que no todos los Jadices son aceptados como verídicos por todas las tendencias islámicas. Otra dificultad es que hay personas que han tomado determinados Jadices en forma aislada y fuera de contexto para apoyar sus preconceptos y justificar acciones que van contra el espíritu del Corán.

El segundo recurso es el consenso de los eruditos, o [Fikr ??]. Esto se divide en 4 tipos de leyes: [...].

Una dificultad con este medio es que no siempre los eruditos llegan a un acuerdo, lo cual ha dado lugar a la división del Islám, al igual que el Cristianismo y las demás religiones mundiales, en numerosas divisiones o sectas.

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